sábado, 23 de febrero de 2013
La derecha y la izquierda como ejes del análisis político-espacial
A pesar de que existen autores que consideran que el eje izquierda - derecha ha dejado de tener vigencia para la identificación de los votantes y de las plataformas partidistas, me parece que su utilidad sigue en pie. Cuando en lo cotidiano alguien se describe como de izquierda lo que inmediatamente viene a la cabeza es el posicionamiento de esa persona en cuestiones económicas y políticas en las que el aparato estatal tendría más intervención. Así, quienes creen que el Estado debería tener mayor capacidad de control e intervención (ojo, no se menciona la palabra regulación, que es otra cosa) sobre las fuerzas económicas, sobre los temas políticos y aún sobre algunos de carácter social, se pueden describir de izquierda. Por el contrario, quienes asumen que el mercado, la libre oferta y demanda pueden resolver buena parte de los problemas políticos y económicos (no todos desde luego, porque quienes creen eso están en un nivel diferente) se podrían describir como de derecha.
Noten entonces que un extremista de derecha sería alguien que cree que todo o casi todo lo puede resolver el mercado (incluso cuestiones como la seguridad ciudadana) mientras que un extremista de izquierda es el que cree que el Estado debe estar en todo y para todo. En el medio están los más moderados de un lado y de otro. Los social demócratas, por ejemplo, prefieren situarse en la mitad de esta línea imaginaria mientras que en el extremo izquierdo estarían quienes se identifican con la ex URSS o Cuba. En el otro extremo, el de la derecha, están los libertarios.
Sin embargo, el mundo no se limita a las derechas y las izquierdas en temas económicos y políticos. En pleno siglo XXI las demandas de distintos sectores sociales de cara a obtener reconocimiento de sus derechos marcan distancias también entre liberales y conservadores. Un liberal es quien respeta las diversidades, es tolerante con el otro y no objeta distintas formas de ver la vida. El liberal, entonces, creerá que las personas del mismo sexo pueden casarse, unirse o tener hijos. Respecto al aborto (otro tema clave), el liberal sostendrá que las mujeres deben decidir sobre su propio cuerpo y que, en ese aspecto, nada o casi nada es lo que puede decir el Estado. El conservador, de su parte, anclado en el tradicionalismo, las costumbres y la resistencia al cambio propondrá mantener la familia clásicamente entendida, las costumbres y formalidades y, en definitiva, se resistirá a aceptar como legítima cualquier forma de innovación.
Así, dado que los dos ejes son diferentes, podemos tener liberales de izquierda, liberales de derecha, conservadores de izquierda y conservadores de derecha. En otros términos, tenemos una izquierda conservadora que es muy estatista en lo económico y político pero que a la par se horroriza con dar libertades a las mujeres en el manejo de su cuerpo. Por otro lado, quienes son estatistas y a la par respetan las diversidades son los de izquierda liberal. Por otro lado están los que defienden el mercado pero a la par defienden la tradición y el statu quo. esta es la derecha conservadora. Finalmente, hallamos quienes son abiertos a la libre competencia y también a la diversidad de opciones de la población. Estos son los de derecha liberal.
Dependiendo del país en el que nos encontramos alguno de los 4 tipos de políticos y de personas están más o menos representados.
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